La negociación entre el Banco Central y los bancos llegó a un punto de ruptura. Tras presionarlos para que acepten suscribir las nuevas Notas del Banco Central (Nobac), un instrumento a un año que las entidades rechazaron, Caputo decidió concretar las amenazas y subir los encajes del 28% al 31%.

"Un control más firme de la liquidez en el mercado de dinero es fundamental para reforzar el compromiso anti inflacionario de la entidad", indicó el comunicado de la máxima autoridad monetaria.

De esta forma, se absorben $60.000 millones de pesos que quedan inmovilizados en los depósitos bancarios, afectando sus balances y abriendo la puerta para una suba de tasas activas.

"No es bueno para el mercado que el Central les esté marcando la cancha y las reglas de inversión. Ahora los bancos para tratar de defenderse van a subir los spred y van a restringir el crédito. Esto significa que prestarán menos dinero y más caro en el momento que las empresas más lo necesitan. Con esta inflación y los plazos de pago que se alargan por la crisis, las compañías necesitan créditos para mantener stocks y poder operar", advirtió el analista de mercados Francisco Uriburu.

La medida apunta a retirar de la plaza parte de los $200.000 millones que las entidades bancarias poseían en Lebacs y no se les permitió renovar. El Gobierno pretendía hacer un canje por las Nobac, pero los bancos se rehusaron por ser un título a un año que no les permitía la liquidez que le otorgaban los cortos plazos del anterior instrumento.

"En la política monetaria es una movida buena porque inmoviliza dinero, pero para los bancos es muy negativo porque implica más costo. Estamos en un momento en que las medidas son de este tenor. O por las buenas o por las malas".

De los otros $330.000 millones de pesos que vencían este último martes por Lebacs para inversores particulares, el Gobierno renovó $201.701 millones, mientras que sólo $22.809 millones fueron a las Letras del Tesoro (Letes) en pesos ofertadas por Dujovne, dejando de esta manera una gran masa de pesos que presionan sobre el tipo de cambio.

Durante el miércoles, el Central tuvo que realizar una triple subasta, vendiendo 781 millones de dólares producto de la alta demanda por la divisa estadounidense. La estrategia de desactivar la bomba de Lebacs está afectando seriamente las reservas internacionales, que en la última jornada cayeron 1.615 millones de dólares y acumula una pérdida en el mes de 3.354 millones.

En concreto, quedan alrededor de $115.000 millones en manos de los inversores, lo que representa unos 3.750 millones de dólares a la cotización minorista de cierre, pero aún hay otros $460.000 millones de pesos de Lebacs de entidades no bancarias. "La idea es ir desarmando algo más de $100.000 millones por mes hasta diciembre. Suponiendo que la mitad dolariza a billete a tipo de cambio promedio en $33, esto costaría USD 7.000 millones en reservas", calculó Federico Furiase, director de la consultora EcoGo.